Arquitecto, apasionado por la Cultura Maya, por la Astronomía y por Honduras. Diagnosticado con Esclerosis Múltiple desde octubre 2008
29 octubre 2017
Avance
Es muy difícil el curso de yoga. No sé si es la cantidad de ejercicios o la imposibilidad de "bajar las revoluciones". No notaba cuan acelerado estaba. Imposible bajar de 100 a 10 en una semana, adicionalmente como mencione, descubrirse a uno mismo no es de la noche a la mañana. Ya son 53 años y no me conozco, que dirá describirse. Soy una metamorfosis ambulante, como canta Raúl Seixas, pero, vamos a intentar...
25 octubre 2017
10 años
Vivir con esclerosis múltiple no es fácil. Es una enfermedad crónica y todavía no hay cura. Ya son 10 años que la padezco y no me acostumbro con los síntomas que presento. Como uso silla de ruedas, siento los músculos de las piernas con espasticidad. Esto es lo más incomodo que hay.
Comencé un curso virtual de Yoga y he realizado ejercicios, atendiendo a mi capacidad, junto con una respiración más profunda y voy a intentar navegar en esa forma de vida.
Hay otras manifestaciones de la enfermedad, como fatiga, debilidad, dolores y control de los esfínteres. Hay momentos buenos y otros no tan buenos, afortunadamente no ha habido ningún brote o crisis. De cualquier manera, no logro acostumbrarme.
Disfruto de las pequeñas cosas de la vida. Quiero ver el lado positivo de la vida. No sabía que iba a ser tan difícil, sin embargo, lo estoy intentando.
Jugamos con las fichas que nos dan. En la vida, debemos aprender a jugar con ellas. Espero incorporar la meditación en mi rutina y alcanzar la paz interior que tanto necesito.
23 octubre 2017
Mente y cuerpo
Son uno solo, no hay otra forma de explicar lo que sucede. Bastantes ejercicios ya los había realizado con los diferentes terapeutas, otros son imposibles de hacerlos y algunos, me dejaron mareado. Estos últimos como que trabajan el equilibrio, que lo debo tener desconfigurado.
21 octubre 2017
Momentos
Existen momentos que no deberían tener fin.
Hay segundos que queremos duren más tiempo y hay otras cosas que queremos duren unos pocos segundos.
Nunca estamos satisfechos, que bueno por nosotros.
Le damos nombres a esos segundos, minutos, horas, días o años. Vivimos para alargar los tiempos felices y acortar los tiempos difíciles.
El tiempo y la vida tienen un acuerdo para cada uno de nosotros y nadie sabe lo que ellos deciden.
Lo que sí estamos seguros es que todo pasa, como dice un piloto de avión, todo en la vida es pasajero. Resta saber, como extendemos esos momentos alegres.
19 septiembre 2017
Relaciones
Instagram, Facebook,
Twitter, se pueden limitar a un “like” o a un comentario cuanto mucho, estamos
con las relaciones cercadas, hay una generación hecha con base a emoticones 😃. Las
amistades se extendieron pero los temas se encogieron. Mantenemos charlas
vacías mediante mensajes de texto. Evitamos una conexión más directa. Gana quien
es el más indiferente.
No hacemos un
esfuerzo para cultivar una amistad, celebramos el cumpleaños a todos pero a
ninguno se le da un abrazo. No tenemos contacto visual. No se oyen las vibraciones
acústicas. Queremos que nos ayuden, pero no ayudamos a nadie, solo leemos, queremos
que nos alaben, pero solo vemos, no queremos relaciones.
Queremos vivir
ilusiones y recompensas inexistentes. Queremos conectarnos con alguien
solamente lo suficiente. No nos comprometemos, colocamos etiquetas en todo y en
todos. Es fácil esconderse, o huir, o desaparecer, basta no estar al día.
La felicidad es
una aplicación? Lo que nos gusta lo guardamos en una carpeta, lo que no, lo
deletamos. No queremos abrirnos, mantenemos una portada, nos gusta la idea que alguien
nos mire pero no más que eso. Queremos fingir que no tenemos sentimientos.
08 mayo 2017
Fe
Respete más
Juzgue menos
Perdone más
Condene menos
Abrace más
Empuje menos
Haga más
Hable menos
Sea razón
Sea corazón
Sea mejor que ayer
Practique el bien
No se preocupe con la religión de nadie
Deje que cada uno crea en lo que quiera
Sea menos pre-conceptuoso
Sea más amor
Quien sabe así
Aumente su Fe
Juzgue menos
Perdone más
Condene menos
Abrace más
Empuje menos
Haga más
Hable menos
Sea razón
Sea corazón
Sea mejor que ayer
Practique el bien
No se preocupe con la religión de nadie
Deje que cada uno crea en lo que quiera
Sea menos pre-conceptuoso
Sea más amor
Quien sabe así
Aumente su Fe
07 mayo 2017
La vida
Soy y seré siempre un aprendiz,
he aprendido que la tristeza
consiste en describir lo que nos hace falta,
enfocarse en lo que no tenemos.
Hay dolor, si, mucho dolor en la vida
solo cada uno sabe cuanto le afecta,
ahora bien, si traducimos ese dolor
vemos que cada uno de nosotros es un héroe,
por resistir, luchar y hasta vencer.
Al final, si tantas veces nos derriba la vida,
tantas veces nos levantamos,
cargamos muchas cosas en la cabeza,
sin embargo, la victoria es leve.
El peso se concentra en el sufrimiento,
no quiero ser adivino o algo así,
pero el dolor es capaz de transformar,
un perdedor en un campeón.
he aprendido que la tristeza
consiste en describir lo que nos hace falta,
enfocarse en lo que no tenemos.
Hay dolor, si, mucho dolor en la vida
solo cada uno sabe cuanto le afecta,
ahora bien, si traducimos ese dolor
vemos que cada uno de nosotros es un héroe,
por resistir, luchar y hasta vencer.
Al final, si tantas veces nos derriba la vida,
tantas veces nos levantamos,
cargamos muchas cosas en la cabeza,
sin embargo, la victoria es leve.
El peso se concentra en el sufrimiento,
no quiero ser adivino o algo así,
pero el dolor es capaz de transformar,
un perdedor en un campeón.
03 mayo 2017
Soledad
Vino un día y no salió de mi vida.
Me
abrazó y le tomé mucho cariño.
Le cuento mil historias, charlamos durante
horas y nos despedimos, siempre pensando en el siguiente encuentro.
No puedo
imaginarme sin ella.
Su visita me alegra, no lo puedo negar,
aunque me gustaría ver que se siente no volverla a encontrar, pero estoy
viciado.
Su presencia me hace falta a veces.
Ella siempre es la misma, honesta, sabia y
lista.
Fuerza de voluntad
Vivir pensando en lo que nos hace falta,
Nos hace olvidar de ser felices por las cosas que
conquistamos.
No todas las lágrimas son de dolor
Ni todas las sonrisas son de alegría
A veces, cuando se pierde, se gana,
Y cuando se gana, se pierde.
Los caminos que escogemos
están llenos de espinas, piedras, hoyos,
que nos atrasan, pero tenemos que continuar.
No hay placas avisando sobre las vueltas
que tenemos que dar,
pero no hay que desanimar, por nada.
Tantas veces pensamos que es el fin,
la verdad es una oportunidad para un recomienzo.
La vida cobra un alto precio que no siempre
podemos pagar.
No se trata de desistir.
Y si de resistir.
La esperanza nos hace seguir.
La fe nos hace pensar que todo saldrá bien,
No tengamos miedo del dolor,
Al final, la cruz más pesada,
Ya la cargaron.
26 abril 2017
29 enero 2017
El pasado
No puedo andar
botando cosas y cambiarlas por un modelo más nuevo.
No hace mucho tiempo, mi
mujer y yo, cuidábamos de nuestros hijos enseñándoles a preservar las cosas. Ya
crecieron, incluso mi hijo mayor está casado, pero ambos tienen mejores
celulares que nosotros.
No digo que esto
esté mal, lo que pasa es que me da pena botar las cosas. El iPod, el primer
celular, mi máquina fotográfica, en fin, todo se volvió desechable. Antes, lo
único desechable para mi eran los platos y los vasos de domingo, ahora parece
que todo tiene una vida útil muy reducida.
Soy de una época en que las cosas buenas duraban un tiempo razonable, es más, había cosas para toda
la vida. La herencia de objetos tenía un lugar importante en la vida, vajillas,
relojes, hasta ropa, si hasta ropa se heredaba, un mar de objetos se podía
pasar de padre a hijo, de hijo a nieto, y así por delante.
Actualmente,
casi nada se repara, todo se cambia, todo se bota. Las cosas ya salen
obsoletas. Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto, producimos más y más
basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en
toda la historia de la humanidad.
Todos los
desechos orgánicos iban a parar al gallinero. Lo que sobraba, los animales se lo
comían o servía de abono. Es que no es fácil para una persona que educaron
con el “guarde, alguna vez puede servir para algo”, pasarse al “compre y
bote que ya hay un modelo nuevo”.
Me doy cuenta
que mi cabeza no resiste a tanto cambio.
Ahora no sólo se
puede cambiar el modelo del celular una vez por semana, sino que, además, se
puede cambiar el número, la dirección de correo, la cuenta de Facebook, de
Twitter y de Instagram.
Fui preparado para vivir con lo mismo toda la vida. Aprendí que se podía guardar
todo. Absolutamente todo. Algún día las cosas podían servir de nuevo. Se
guardaban hasta los dientes de nuestros bebes. Bueno, todavía tengo mi primer
cacho de cabello, mis dibujos del kínder y hasta telegramas que se enviaron de
cuando nací.
Creatividad era
exprimir la vida útil de los encendedores desechables, de las hojas de afeitar
y hasta de las baterías. Desechable era un término relativo.
Guardé el papel
plateado de los chocolates y de los cigarros, coleccionaba de todo. Costaba
mucho declarar la muerte de un objeto. Ahora, hasta la amistad es desechable,
sin embargo, no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
No voy a mezclar
los temas, no lo voy a hacer. No voy a decir que lo perenne se ha vuelto caduco.
No voy a decir que a las personas que les falta alguna función se les
discrimina. No voy a decir que el pasado
se tornó efímero, desechable. No lo voy hacer.
27 enero 2017
Privilegio
Quien tiene el privilegio de vivir, sabe que
el tiempo es caprichoso.
A veces, sus lecciones son tan repentinas que casi nos
ahogan, otras veces, se depositan tan despacio como un gotero.
Delante de la
avidez de nuestras preguntas, quien tiene el privilegio de
vivir, aprende a ver con serenidad el torbellino de la vida: amores eternos se
extinguen, urgencias se tranquilizan, pasos ágiles se transforman en ruedas.
Todo cambia, cambia la gente, cambia la familia, cambian los amigos, solo el
tiempo permanece igual, siempre cambiando, esculpiendo rasgos en mi cuerpo y dejando marcas imborrables.
23 enero 2017
Lo que importa
"Meu trabalho não tem importância, nem a arquitetura tem importância pra mim. Para mim o importante é a vida, a gente se abraçar, conhecer as pessoas, haver solidariedade, pensar num mundo melhor, o resto é conversa fiada."
Oscar Niemeyer
Lobo solitario
Me he dado cuenta que mi
EM me ha ido confinando cada vez más. Socializar con amigos o familiares, se ha
tornado una actividad digital. Confieso que hay una línea bien tenue entre
sentirme autónomo y aislarme del mundo real.
Las comunicaciones ahora
son vía texto, no es necesario oír o ver al interlocutor. Todos estamos
sumergidos en el celular. Cuando me refiero a todos, quiero decir todos
los humanos, desde los más pequeños hasta los mayores, cada uno con su grupo,
sus pares.
Este comportamiento,
tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, hago cosas que me obligan a ser
una persona independiente, pero por otro, las personas se pueden dar cuenta más
rápido de las cosas que tú haces, sean buenas o malas.
La cortesía ha
desaparecido, la cordialidad está agonizando y las buenas acciones se limitan a
realizar tareas en tu casa. Ahora, Facebook, Instagram y Twitter son el palco para
difundir estas actividades que, por cierto, se pueden usar tanto para alabar
como para insultar a los demás, atrás de la cortina del anonimato.
Disfruto jugar dominó.
Conversar sin saber el tema, reírme de todos, inclusive de mi mismo. Me cansa
hablar de la EM. Cierto día, una persona que llamé para participar en alguna
actividad de la EM me dijo muy sinceramente, “no quiero saber nada de personas
con la enfermedad”, hasta ahora entiendo lo que quiso decir: respirar este
padecimiento no es bueno.
La fatiga es algo que me
afecta pero que ignoro. Descansar o dormir no la eliminan, la empeoran. El
dolor no lo puedo esconder, no se lo digo a nadie, pero me limita mucho. Como
evitarlo? No sé. Hay días que me siento lleno de vitalidad, otros que quiero
hacer las cosas, pero no hago nada y momentos en que hacer algo me entretiene
la mente y el cuerpo.
La computadora se ha
tornado inseparable, al principio era solamente una herramienta de trabajo,
ahora también es un medio de comunicación, tal vez por eso, sea el motivo de mi
retomada del blog, desahogarme para sentirme mejor. Es algo inexplicable, el
hecho de plasmar mis pensamientos hace con que disminuyan mis problemas. Un buen
remedio que no tiene contra indicaciones.
Es muy probable que esté
bien informado, que lea mucho, pero no es lo que deseo realmente. Escuche una
definición de la vida que se aplica perfectamente a mi situación: hay que jugar
con la mano que tienes. Tengo que hacer lo que esté a mi alcance, siempre hacer
más de lo que se permite, empujar los límites que me detienen, cero
conformismos.
20 enero 2017
Vuelta al sol
La naturaleza es sabia: el año es la duración de la
esperanza o del sufrimiento.
Son 12 meses que pueden animar al optimista o hacer
desistir al pesimista.
Un nuevo año comienza y todo parece adquirir un tono comercial,
hasta nuestra ilusión.
Pensamos que todo va ser diferente.
Depende de nosotros.
16 enero 2017
La progresión de mi enfermedad
En los últimos tiempos, mi EM me
ha estado dando una buena paliza. Se está haciendo más difícil para mí. Ya son varios
años que cuento con la silla de ruedas para movilizarme.
La he utilizado desde pequeños desplazamientos dentro
de mi casa hasta largos viajes aéreos y no he tenido problemas mayores. La espasticidad siempre me
tortura, porque mis piernas permanecen en una sola posición, pero la silla ha
sido mi salvación, así como se lee, la silla de ruedas me ha traído libertad, más
en esta ciudad condenada a la inaccesibilidad y falta de respeto hacia el
prójimo.
La evolución de mi enfermedad o
progresión, se ha convertido en una barrera psicológica, no sólo física. Recuerdo que hice
de todo para detener la progresión de la EM, pero fue implacable con mi
equilibrio y la fuerza de mis piernas. Nunca me imaginé llegar a quedar sin
poder caminar, llegué a ver el bastón como algo elegante, pero la progresión hizo
justicia a su nombre.
Hasta hoy siento que no ha parado
completamente. Poco a poco avanza, centímetro a centímetro, milímetro a
milímetro, pero no se detiene. Progresiva? ¿Qué diablos significa progresiva? Bueno,
está por demás definir el término, lo importante es que no se sabe dónde termina,
pero siempre existe una manera de superar los obstáculos.
En seis años me he dado cuenta de
cómo es mi EM. En una forma muy rápida he tenido que redefinir mi vida, mis
objetivos, mis metas. Antes, me preocupaba por los grandes problemas de este
país, ahora, me preocupo sencillamente, por no caerme. Solo de imaginar una
fractura se me pone la carne de gallina.
Parece un peaje esta progresión.
Tengo que pasar por esto obligatoriamente. Mis prioridades cambian constantemente. Las limitaciones
físicas también conllevan impactos psicológicos. Por supuesto que no me aferro
a lo que no puedo hacer, y si, a lo que puedo hacer. Simple así.
No importa en qué etapa de la
enfermedad me encuentre, sigo mirando hacia adelante. Tomó interferón, hago ejercicios,
fisioterapia y no paso de las 200 lb de peso. Me cuido un poco, para llevar el día
a día. Nadie sabe a qué edad llegará, pero mi objetivo es sobrevivir las 24
horas.
Los efectos secundarios me
han dejado en la lona. El clima incide en la espasticidad, por momentos me
siento bien, en otros, muy mal por la rigidez de los músculos. La progresión de
la enfermedad no da tiempo para sentarse y llorar. Hay que, literalmente,
moverse y hacer algo al respecto.
La vida se convierte en una constante adaptación.
Mis sueños no necesitan cambios, pues por increíble que parezca, siempre sueño
que estoy caminando, usando mis piernas normalmente. Nunca he soñado que ando
en silla de ruedas.
Extrañamente, y por suerte, he
encontrado que la realidad es más dura que la discapacidad. Usar una silla de
ruedas nunca fue algo que tomé en consideración, pero cuando ese momento llegó,
el mundo de alguna manera se mantuvo girando.
Los obstáculos se volvieron más difíciles,
sin embargo, con la ayuda de mi familia y mis amigos las cargas se tornaron más
livianas.
12 enero 2017
La felicidad
Existen momentos que no deberían tener fin, ellos pueden durar a menudo segundos, minutos y horas. Generalmente, llamamos esos momentos de felicidad.
Vivimos para alcanzarla, ni que sea por poco tiempo.
Ahhh el tiempo, el tiempo y la felicidad tienen un acuerdo y nadie sabe con seguridad lo que ellos combinan.
La verdadera felicidad tiene siempre un momento, en medio de ella, que nos muestra que todo puede ser pasajero.
Eso pasa con el alma de una persona, de un grupo, con una multitud, pasa con una nación.
(Vea reportaje con el actor Thiago Lacerda, sobre la Historia del Flamengo) 18 de diciembre de 2016
11 enero 2017
Solo ando viendo
Cuando leo algo relacionado con la EM, por lo general, veo una
historia personal contada por alguien que sufre o tiene este padecimiento. A
rigor, cada uno tiene una experiencia diferente, síntomas, tratamientos y
reacciones distintas, por eso se llama en múltiple, sin embargo, hay
cosas que no imaginamos, que nos ayudan a solventar algunos problemas.
Claro que también hay investigaciones serias y hechos fidedignos
que vale la pena conocer, bibliografía especializada que nos hace entender que
tan lejos estamos de curar la EM. Pero a veces es importante simplemente
compartir una historia personal.
Este invierno ha sido muy frio. Me ha caído bien, eso sí, me baño
con agua caliente, bañarse con agua fría es como baño de avión, solo las alas y
el motor. El termómetro se comporta bien y al parecer esta semana continuará bajando algunos grados. Resultado: siento que la espasticidad ha reducido su agresividad.
Me parece que los extremos ultrapasan el límite del bienestar muscular.
Ese contraste por las mañanas, con el agua caliente, reactiva los músculos
y puede ser tan efectiva que afecta hasta los huesos y baja las plumas. La
piscina ha sido descartada temporalmente. Si bien es excelente para la relajación
del cuerpo, el agua está muy fría. No tengo un dato de la temperatura como parámetro,
pero el cuerpo podría entrar en hipotermia o pescar una gripe fuerte, el caldo
más caro que los frijoles.
Podría resumir mis síntomas, hoy en día, a la espasticidad y a la falta
de fuerza en las piernas. Puedo combatir la primera, la otra no. Mantener
relajado el cuerpo sin fatigarse se ha tornado un reto, un desafío. Los
medicamentos no han tenido el resultado esperado, me refiero principalmente al
Baclofen. En mi organismo no ha dado resultado, además que matricularse con un
remedio es muy caro, ya basta con el interferón y el diclofenaco.
De todas maneras, el objetivo es solamente uno: combatir la espasticidad. Dicho de otra forma, más
amena, es la prioridad número uno. Todos tenemos actividades que hacer, sin importar que cosas afectan nuestro rendimiento. Eso es
el motor de la individualidad. Tenemos veinticuatro horas para dividir en estas
actividades, según nuestras prioridades, y si lo extrapolamos, hay 365 días para medir esos cambios o esas tendencias. Por mientras, nos dedicaremos a leer un poco que hay por ahí para desechar lo que no
nos parezca y aprovechar lo que sea útil.
09 enero 2017
"Solo sé que nada sé"
Me cuesta trabajo soportar que me vean en
silla de ruedas, no tengo problema en hablar que tengo un padecimiento, una
enfermedad incurable, algo que no se sabe cómo se adquiere ni como se cura. Ven
apenas la silla de ruedas como algo negativo o algo que tengo que cargar por
toda la vida que me resta, sin embargo, para mí, la silla de ruedas representa
la libertad y la forma de moverme en una ciudad tan difícil.
Veo la silla de ruedas como una solución, no un problema. Doy
gracias a Dios que tengo como visitar lugares, no todos, pero la mayoría. Se
torna una cuestión de accesibilidad la manera como llegue a los sitios. Cosa
que no existe en Tegucigalpa.
Fui diagnosticado cuando cumplí los 45 años y usé la silla de
ruedas con 47. Ya voy por la tercera silla y he descubierto que no es tan fácil
obtener una, además que, dependiendo del diseño, puedes tener una silla "bonita" pero
cara.
Tengo dos caminos muy claros, me pongo la pijama para todo lo que
me resta de vida o intento llevar una vida normal con lo que la silla de ruedas
me pueda dar. Obviamente, escogí la segunda opción. No me cuesta usarla, me
cuesta ir a los lugares que no están preparados para que los visiten cadeirantes.
Puedo decir que mi enfermedad se ha estacionado, no he tenido
avances significativos en mi discapacidad. Hay muchas cosas que agradecer, tratándose
de una enfermedad tan agresiva. Sin embargo, estoy consciente que esto puede
cambiar para peor, mientras no llegue ese momento intento aprovechar de la
mejor manera.
Estoy más que agradecido de despertar cada día y ser capaz de salir
de la cama. Hacer las actividades rutinarias con alguna dificultad, pero poder
hacerlas ya me deja feliz. Trabajar, divertirme, hacer las cosas me
sienta tan bien, que a ratos se me olvida que tengo esta enfermedad.
La vida no es justa. Me di cuenta. Tengo que lidiar con los
problemas, desde los más pequeños hasta los más grandes, pero, no hay con quien
reclamar, la situación no va a cambiar. No volveré a caminar por los destellos
en mi médula, son daños irreversibles. Estoy consciente de ello.
Se trata de navegar en aguas a veces turbulentas, a veces
calmas, pero siempre dentro del barco, no está en mis planes saltar al agua.
Hasta donde podré llegar? Nadie sabe, pero lo que sí sé, es que nada sé.
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