23 enero 2017

Lobo solitario

Me he dado cuenta que mi EM me ha ido confinando cada vez más. Socializar con amigos o familiares, se ha tornado una actividad digital. Confieso que hay una línea bien tenue entre sentirme autónomo y aislarme del mundo real.

Las comunicaciones ahora son vía texto, no es necesario oír o ver al interlocutor. Todos estamos sumergidos en el celular.  Cuando me refiero a todos, quiero decir todos los humanos, desde los más pequeños hasta los mayores, cada uno con su grupo, sus pares.

Este comportamiento, tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, hago cosas que me obligan a ser una persona independiente, pero por otro, las personas se pueden dar cuenta más rápido de las cosas que tú haces, sean buenas o malas.

La cortesía ha desaparecido, la cordialidad está agonizando y las buenas acciones se limitan a realizar tareas en tu casa. Ahora, Facebook, Instagram y Twitter son el palco para difundir estas actividades que, por cierto, se pueden usar tanto para alabar como para insultar a los demás, atrás de la cortina del anonimato.

Disfruto jugar dominó. Conversar sin saber el tema, reírme de todos, inclusive de mi mismo. Me cansa hablar de la EM. Cierto día, una persona que llamé para participar en alguna actividad de la EM me dijo muy sinceramente, “no quiero saber nada de personas con la enfermedad”, hasta ahora entiendo lo que quiso decir: respirar este padecimiento no es bueno.

La fatiga es algo que me afecta pero que ignoro. Descansar o dormir no la eliminan, la empeoran. El dolor no lo puedo esconder, no se lo digo a nadie, pero me limita mucho. Como evitarlo? No sé. Hay días que me siento lleno de vitalidad, otros que quiero hacer las cosas, pero no hago nada y momentos en que hacer algo me entretiene la mente y el cuerpo.

La computadora se ha tornado inseparable, al principio era solamente una herramienta de trabajo, ahora también es un medio de comunicación, tal vez por eso, sea el motivo de mi retomada del blog, desahogarme para sentirme mejor. Es algo inexplicable, el hecho de plasmar mis pensamientos hace con que disminuyan mis problemas. Un buen remedio que no tiene contra indicaciones.


Es muy probable que esté bien informado, que lea mucho, pero no es lo que deseo realmente. Escuche una definición de la vida que se aplica perfectamente a mi situación: hay que jugar con la mano que tienes. Tengo que hacer lo que esté a mi alcance, siempre hacer más de lo que se permite, empujar los límites que me detienen, cero conformismos.

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