A partir de esta última semana, he sentido que hice un giro de 180 grados. Esto desde un punto de vista racional, sin embargo, podría decir que fui víctima de un hechizo, un hechizo benigno, desde el punto de vista espiritual.
Este cambio lo puedo traducir en la forma de afrontar las cosas. En un positivismo inexplicable. He hecho las paces con quien estaba alejado, estoy de bien con la vida, he tenido voluntad para hacer todas las cosas que me propongo y me he sentido bien físicamente. Claro, dentro de mis limitaciones.
Me refiero a que no he sentido molestias, espasticidad, fatiga, hormigueos, en fin, nada de lo que generalmente sentimos los que tenemos EM. Quiero mantener este astral lo máximo que pueda. Dicen que las cosas buenas duran poco, pues vamos aprovechar este tiempo al máximo.
Hay que vivir cada día como si fuera el último, es un refrán muy popular. Pues bien, eso es exactamente lo que quiero hacer. Estoy consciente de que la EM no mata, por tanto, estoy en las mismas condiciones que toda la humanidad "sana". No sabemos cuando vamos a partir para una vida mejor. Ergo, no me preocupo con mi condición.
No quiero teorizar en saber porqué de este buen momento, sino aprovecharlo positivamente. El viernes recién pasado, tuve una pésima noticia acerca del terreno que necesito vender, sin embargo, mi hada madrina me dijo: se va resolver! hay que correr atrás de lo que se quiere. Listo. A trabajar y no ser negativo: "el vaso medio lleno" recuerdan?
A veces, me siento como un trapo: "nadie me quiere, todos me odian, mejor me como un gusanito..." pero ahora no, al contrario, me veo muy bien, me siento muy bien y sin duda alguna transmitimos esas vibraciones. En estos momentos extremos es cuando avanzamos, crecemos y nos superamos. Valoramos a las personas y a los amig@s.
Ayer, sábado, nos reencontramos con el grupo de amigos de Monte Real, despues de varias semanas sin vernos. Fue una tarde muy amena en casa de Sandra y Fernando, donde compartimos buenos momentos y sonoras carcajadas.
Hoy me sentí muy bien después de ver a mi tía y llevarle un andador. Tuve la oportunidad de poderle entregar este sencillo aparato pero tan útil para ella, que me hizo feliz verla tan animada a tratar de caminar y mejorar sus movimientos para desplazarse. Luego, fui al shopping a comprarle el regalo de cumpleaños a mi sobrina de 12 años, y adivinen, claro que estaba encantada.
Camine con toda mi familia por el shopping sin ningún problema. Despacio pero seguro, no me cansé, no me tropecé. Tampoco sentí que los hacía caminar despacio. Volví a la casa y trabajé con mi hijo en varias cosas, al punto de decirme: tomaste mucha cafeína! no paras! - me agradó escuchar eso pues la verdad esta enfermedad acaba con nuestra fuerza de voluntad, como ya lo he descrito aquí antes.
Pretendo continuar navegando con este viento a favor y si encuentro a la brujita del hechizo, no la dejo escapar...
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