La semana pasada, asistí a la primera exposición de Picasso en Honduras. Un evento que se reviste de importancia por ser una de las colecciones más completas del autor en la técnica del aguafuerte.
Esta muestra, elaborada entre 1968 y 1978, que consta de 40 grabados altamente sensuales, hasta eróticos diría yo, es una oportunidad imperdible de ver de cerca las obras del maestro de las artes plásticas de la era moderna.
Los temas abordados por Picasso son intensos. El sexo, presente en casi todos los grabados, está retratado desde diversos encuadres y perspectivas, como sólo el genio lo puede hacer. No necesito ahondar en el asunto con explicaciones desnecesarias respecto a su obra, todos conocen la trayectoria de Pablo. Para refrescar un poco la memoria, Picasso nació en España en 1881 y falleció en Francia en 1978 a los 97 años.
La libertad del genio para usar la sensualidad como tema de sus obras es algo mágico. La sensualidad es una facultad que posee el ser humano, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende. Pero para poder ser sensual se necesita estar en armonía con tu interior, sentir auto confianza y estar feliz con uno mismo.
Por excelencia, la mujer es más sensual o expresa mejor su sensualidad, no que el hombre no la tenga, pero las mujeres se dedican más a ella. Afortunadamente. De cierta forma, todos y todas explotan su sensualidad. Algunos nos esforzamos más que otros, de cualquier manera, siempre reconocemos las cualidades de quien las posee.
Usamos todos los sentidos para comunicarnos a través de nuestro cuerpo: la vista, el gusto, el tacto, el olfato y el oído. Incluiría además, la espiritualidad o empatía. Sabiendo utilizarlos podemos seducir o cautivar el alma de quien nos rodea, despertar pasiones y mantener vivas nuestras relaciones amorosas.
Sin embargo, quiero hacer énfasis en que si uno no está feliz con uno mismo, difícilmente transmitirá buenas vibraciones. Amo a cada una de las células que conforman mi cuerpecito – una basílica, perdón por la falta de modestia – aunque ellas se ataquen entre sí (la EM es una enfermedad autoinmune, remember?), me siento bien conmigo mismo.
Es paradójico estar en armonía con mi interior en estas condiciones (con EM), pero esta doble potencialidad es resultado del equilibrio cósmico que nos rodea. No quiero decir que vivo en un Nirvana, pero intento llevar una buena vida ó una vida buena.
No se trata de negar una realidad sino de adaptarse a ella. Buscar un punto en común entre los extremos: positivo y negativo, legal e ilegal, salud y enfermedad, la razón y la locura, en fin, entre lo bueno y lo malo.
Quien sabe así, la sensualidad pueda aflorar y ser reconocida.
Como el Arte es un lenguaje, Picasso a traves de sus grabados nos expresa sus emociones, sensaciones, mujeres eroticas al extremo, muy de acuerdo con ud. que todas las expuestas en el MIN son pinceladas sensuales.
ResponderEliminar¿Qué le pareció la museografía de la exposición? Una de mis compañeras del voluntariado presentó esa propuesta ganadora y entre todos ayudamos a montarla. Estamos tan orgullosos. Saludos!!
ResponderEliminarNossa deve ser maravilhosa, " La exposicion" !!
ResponderEliminarBjs