27 agosto 2010

Prueba de Fe


Les cuento que he tenido mi segundo brote, crisis, remisión, o como se llame, desde febrero de 2009, cuando fui sometido al tratamiento de choque. De esta vez, fueron más claros los síntomas. Era prácticamente imposible levantarme donde estuviera, no tenia fuerzas para salir de la cama, de la silla o para entrar al carro. Esto sucedió el martes 17 de agosto, por la mañana. Luego de las llamadas al neurólogo de "cabecera", vino la cortisona. Durante cuatro días estuve tomando el solumedrol.

Gracias a Dios, mi madre y mi esposa estuvieron atendiéndome. No fue preciso ir al hospital para aplicar el medicamento. Sin embargo, tuve que salir para hacer unos exámenes de sangre para verificar la función hepática y renal principalmente. 

No sé bien que desencadenó esta crisis, lo cierto es que cada vez me es más difícil caminar. Como conozco la enfermedad, mi enfermedad, pensé que en la EM progresiva no habían crisis. Ya veo que no. Para el domingo, ya estaba "recuperado". 

Esta semana,comenzó muy bien. Mucha actividad el lunes y martes. Muy entusiasmado en las reuniones que tuve, ojalá siempre fuera así. El miércoles decidí no ir al club, ya que las lluvias torrenciales que caen sobre Tegucigalpa me podían tomar por sorpresa y decidí quedarme frente a la computadora, en remojo.

Hoy, viernes 27, después de muchas tormentas y horizonte oscuro, continuo confinado a mi casa. La falta de actividad económica es terrible y va minando mi animo. La EM antes que una enfermedad, es una prueba de fe.

1 comentario:

  1. Tenho certeza disso. Nossa fé está sendo testada de uma maneira muito particular. Mantenha a sua. Força sempre. Abraços

    ResponderEliminar