10 agosto 2009

Relojes Solares

Revisando mi bibliografia, encontré un articulo que publiqué en el 2004 para la Revista Bienvenidos Honduras, editada por Editorial Transamérica. A continuación, lo reproduzco para abrir una nueva linea de los temas que me atraen.

No solamente los fanáticos por petroglifos y edificaciones podrán disfrutar del misterio de las construcciones antiguas de Copan, los astrónomos también, viendo como los Mayas median la hora del a y la fecha del ano. Los relojes solares funcionan a partir de un elemento bastante sencillo: el nomo. Se trata de un elemento vertical, a 90 grados con la superficie, que depen­diendo de la proyección de su sombra se puede determinar la posición y movimiento aparente del sol.

Podemos descubrir que en determinadas horas, el ángulo de la sombra cambia, siendo que a las 12:00 M la sombra tricamente esta a 90 grados. Sucede que, dependiendo de la fecha del ano, esta sombra esta hacia el norte ó hacia el sur. En nuestra latitud, 14 grados Norte, la longitud y dirección de la sombra está delimitada por el solsticio de invierno, cuando el sol se encuentra al sur y por el sols­ticio de verano, cuando el sol se encuentra al norte. En el momento que cambia de sentido, es cuan­do ocurre el equinoccio y la sombra descri­be no un área, sino una Iínea recta, marcando efectivamente el este y el oeste.

Las estelas mayas, elementos tallados en piedra con dimensiones variables, en promedio de 1.00 x 1.00 x 4.00 m, servían como nomos y referencia astronómica para los sacerdotes y gobernantes mayas. Estos realizaban ceremo­nias especiales en las fechas de los eventos astronómicos, como los sols­ticios, equinoccios y pasos del sol por el cenit. Desde la Estela I, por ejemplo, en dirección a la Estela E, se puede observar la puesta del sol sobre la cabeza del gobernante y desde el centro del Altar G se percibe el mismo fenómeno sobre la cabeza de la Estela B.

La observación de estos instrumen­tos astronómicos se aplicaba, además de determinar la hora y la fecha, a la agricultura; la fecha en que el sol pasa por el cenit, o sea, exactamente sobre nuestras cabezas, marca el incio de la siembra, el segundo paso del sol por el cenit, determina la época de la cosecha.


EI 13er. Gobernante de Copan, 18 Conejo, dio bastante importancia al culto solar, cuyo Dios del Sol es llamado de Yax Kin, como lo demues­tran las 7 Estelas que colocó en la Plaza Central, o Plaza del Sol, de las 9 existentes. Esta herencia de conocimientos no se limita al extraordinario valor artístico heredado, sino también a la relación de los gobernantes con el Sol, símbolo de poder, a la impresinante arquitectura integrada con los astros y principalmente, a los conocimientos astronómicos y su aplicación en la vida cotidiana maya.

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