13 febrero 2011

Mis otros YO

Proyecto de Monumento a la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras. 2009
No cabe duda, estoy compuesto por multiples personalidades. A pesar de que entre ellas existan contrastes marcantes, tengo que admitir que cuando emergen, toman el control de mi mente y de mi cuerpo. Estoy seguro de que puede sonar contradictorio o hasta ilógico, pero es así que me veo.

He leído otros blogs y comentarios de personas a través de Twitter y Facebook, siempre haciendo énfasis sobre el optimismo y la manera positiva de ver las cosas, y estoy de acuerdo, sin embargo, he notado que cuando escribo, se  diluyen pensamientos de que "las cosas no funcionan". Es inevitable.

Una forma de desahogarme es expulsando estos pensamientos. Puede ser que el "yo", paciente de EM, no vea las cosas tan azules como la mayoría de las personas. No se trata sencillamente de cambiar el lente de la cámara y de decir: muy bien, ahora todo lo veremos color de rosa. 

Una de mis personalidades, la profesional, resiente el hecho de tener la movilidad limitada. Veo historias de personas en un estado físico más afectado que el mío, haciendo mil malabares y me pregunto: porqué no puedo imitarlas? La respuesta es sencilla: cada uno de nosotros tiene una realidad y nos tenemos que ajustar a ella. 

Por ejemplo, tenía una negociación pendiente con un banco local para la venta de un terreno y poder honrar así muchas cuentas pendientes, sin embargo, fue imposible poder concluirla debido a las políticas, procedimientos, falta de ética y criterios aun desconocidos para garantizar el fracaso de la negociación. Acepto la realidad pero no me alegro por eso.

Fueron más de tres meses llenando los requisitos, tanto del vendedor como del comprador, así como, del terreno en sí. Fue una tortura ir en reiteradas ocasiones al banco donde no hay rampas de acceso, plazas de estacionamiento para discapacitados o atención especial, sin contar con las interminables visitas a la Municipalidad, donde todo está diseñado para perder tiempo y dinero. Claro que no he tirado la toalla y este episodio todavía continua.

Los golpes de la adversidad me han hecho crear callos en el alma. Es obvio que me gusta bailar el vals de la felicidad, sin embargo, a veces tengo que sucumbir a los caprichos de la vida o a los odios gratuitos de desconocidos (o conocidos), rencores memorables o envidias viscerales.

No tengo la más mínima vergüenza en reconocer que me deprimo, pero gracias a esa manía incorregible de pensar de que las cosas van a cambiar, mi reloj se resetea a las 12:00 de la noche y cada día es una nueva esperanza, en cada uno de los temas que me toca afrontar.

No tengo la mala costumbre de huir a los problemas, de sentir pánico por la situaciones más delicadas o desprecio hacia los desafíos. No sé si mi situación sea peor o mejor que otras personas, lo que si sé, es que a mí me cuesta mucho trabajo cargar esta cruz.

Por eso, en este mes dedicado a la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras, le pido de todo corazón que me guíe por el camino correcto, que no me haga desistir nunca de mis sueños, que me proteja y me de fuerzas para seguir adelante a todos los que formamos este individuo llamado Luis Estrada.