09 enero 2017

"Solo sé que nada sé"

Me cuesta trabajo soportar que me vean en silla de ruedas, no tengo problema en hablar que tengo un padecimiento, una enfermedad incurable, algo que no se sabe cómo se adquiere ni como se cura. Ven apenas la silla de ruedas como algo negativo o algo que tengo que cargar por toda la vida que me resta, sin embargo, para mí, la silla de ruedas representa la libertad y la forma de moverme en una ciudad tan difícil.

Veo la silla de ruedas como una solución, no un problema. Doy gracias a Dios que tengo como visitar lugares, no todos, pero la mayoría. Se torna una cuestión de accesibilidad la manera como llegue a los sitios. Cosa que no existe en Tegucigalpa.

Fui diagnosticado cuando cumplí los 45 años y usé la silla de ruedas con 47. Ya voy por la tercera silla y he descubierto que no es tan fácil obtener una, además que, dependiendo del diseño, puedes tener una silla "bonita" pero cara.

Tengo dos caminos muy claros, me pongo la pijama para todo lo que me resta de vida o intento llevar una vida normal con lo que la silla de ruedas me pueda dar. Obviamente, escogí la segunda opción. No me cuesta usarla, me cuesta ir a los lugares que no están preparados para que los visiten cadeirantes.

Puedo decir que mi enfermedad se ha estacionado, no he tenido avances significativos en mi discapacidad. Hay muchas cosas que agradecer, tratándose de una enfermedad tan agresiva. Sin embargo, estoy consciente que esto puede cambiar para peor, mientras no llegue ese momento intento aprovechar de la mejor manera.

Estoy más que agradecido de despertar cada día y ser capaz de salir de la cama. Hacer las actividades rutinarias con alguna dificultad, pero poder hacerlas ya me deja feliz. Trabajar, divertirme, hacer las cosas me sienta tan bien, que a ratos se me olvida que tengo esta enfermedad.

La vida no es justa. Me di cuenta. Tengo que lidiar con los problemas, desde los más pequeños hasta los más grandes, pero, no hay con quien reclamar, la situación no va a cambiar. No volveré a caminar por los destellos en mi médula, son daños irreversibles. Estoy consciente de ello.

Se trata de navegar en aguas a veces turbulentas, a veces calmas, pero siempre dentro del barco, no está en mis planes saltar al agua. Hasta donde podré llegar? Nadie sabe, pero lo que sí sé, es que nada sé.

2 comentarios:

  1. Wheelchairs can make other people uncomfortable can't they ? Good point that the wheelchair is a solution and not the problem. If they could only walk a mile in your shoes or , in this case, roll a mile on your wheels. As usual, ,I enjoy your blog and it's great to hear from you again after your long ( over a year ) break !

    ResponderEliminar
  2. Glad you liked this story. Using anything is always not good, you become dependent but in the case of the wheelchair the benefit is greater. Your comments are always welcome. My sabbatical year ended ...

    ResponderEliminar